Hemos hablado de las dificultades generales al evaluar pérdidas en incidentes cibernéticos, pero cuando analizamos industrias específicas, la historia se vuelve aún más compleja. La intersección entre la tecnología, la operatividad y la regulación sectorial crea desafíos únicos en la evaluación y gestión del riesgo. Me encantaría compartir mi perspectiva y enseñanzas de lo expuesto en NetDiligence Miami.
Retail: La Frágil Línea entre la Temporada y la Disrupción
El sector retail es altamente sensible a la estacionalidad y a las tendencias de consumo. Sin embargo, un ciberataque no solo interrumpe las ventas en un momento determinado, sino que también puede afectar la percepción de marca y la lealtad del cliente.
Cuando un ataque impide la entrega de productos en tiempo y forma, plataformas como Amazon penalizan a los vendedores, generando pérdidas que van más allá de la interrupción inmediata del negocio. En estos casos, ¿cómo se cuantifica la pérdida real? ¿Hasta qué punto la reanudación de operaciones significa recuperación total?
Los aseguradores deben afinar su metodología para considerar no solo el impacto directo de la interrupción, sino también el deterioro de la reputación y el posicionamiento digital de los retailers.
Lujo y Subastas: Riesgo Excepcional en un Mercado Exclusivo
El mercado de bienes de lujo y subastas tiene un ciclo de venta único. A diferencia de productos de consumo masivo, las oportunidades de venta son limitadas y dependen de momentos clave. Si un ataque impide la realización de una subasta, ¿cómo se determina la pérdida real? ¿El comprador potencial sigue interesado semanas después?
Aquí, la valoración del siniestro no puede basarse en modelos tradicionales. Los suscriptores y analistas de siniestros deben comprender la especificidad de este mercado y considerar metodologías alternativas que reflejen la volatilidad y singularidad de cada operación.
Salud: Más que una Interrupción, una Crisis de Confianza
El sector salud enfrenta una vulnerabilidad sistémica. Un ciberataque no solo paraliza hospitales y clínicas, sino que afecta la confianza de los pacientes.
El caso de Change Healthcare ilustra cómo una interrupción en la cadena de suministro digital puede tener efectos en cascada. No se trata solo de la pérdida de ingresos por citas canceladas, sino del impacto a largo plazo en la retención de pacientes y la continuidad de tratamientos.
Aquí, la clave para las aseguradoras es diferenciar entre pérdidas temporales y cambios permanentes en el comportamiento del paciente, lo que implica un enfoque más holístico y basado en datos a la hora de evaluar reclamaciones.
El Desafío para la Industria Aseguradora
Estos ejemplos nos muestran que la industria aseguradora debe evolucionar. No basta con aplicar modelos estándar de interrupción de negocio a ciberseguros. Se requiere:
- Entendimiento sectorial profundo: Los suscriptores deben hacer preguntas más específicas al momento de diseñar coberturas.
- Metodologías de valuación adaptadas: Los modelos tradicionales pueden subestimar pérdidas indirectas y efectos a largo plazo.
- Colaboración con clientes y expertos: Para prever escenarios realistas y evitar disputas en reclamaciones.
El reto es claro: ¿Cómo se refleje la realidad operativa de cada industria? En un mundo donde la resiliencia digital define la competitividad, el papel de la industria aseguradora es más crítico que nunca.